Concurso de relatos 39ª Ed. Harry Potter y la piedra filosofal de J. K. Rowling(El tintero de oro)
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Mi relato para el "Concurso de relatos 39ª Ed. Harry Potter y la piedra filosofal de J. K. Rowling", que lo disfrutéis.
LA BRUJA OLGA
Olga no entró siendo la bruja más poderosa de la escuela de magia Abrilia de Madrid, sus padres no eran ambos de nuestro mundo, su madre, era una maggle y algunos de sus compañeros no tardaron en recordárselo. Aunque ella no hacía un caso excesivo y se centraba en sus estudios mágicos, no destacando el primer año.
Profesor, ¿no sería más práctico que nos enseñara los hechizos de hoy? ¿A seguir con esta lectura? —interrumpió un alumno.
El docente miró al niño, que enmudeció al instante.
Como iba diciendo, Olga, ese primer año no dio muestras de ningún talento fuera de lo normal —dijo antes de alzar la vista a la clase— Fue en su segundo año, en donde la suerte o el destino hizo que descubriera, cuan especial era. Abrir el libro por la página ciento seis y leer parte de su biografía, cedido por gentileza suya.
La clase, al hacerlo, se encontró con el capítulo quince de "Las memorias de la bruja Olga".
*****
Caminaba absorta en mis pensamientos, por el pasillo. En dirección a la entrada de mi casa, Tulerra.
"Acabo de empezar mi segundo año en Abrilia y siento que decepciono a mi padre, se le considera un gran mago. En cambio, yo, no logro destacar de los demás y prescindir de esta varita." Pensaba al observarla.
Mi padre, es capaz de hacer hechizos sin ella. Y, en cambio, a mí me resulta imposible —añadí en voz alta.
Ya se acercaba la hora en que debíamos recluirnos en nuestras respectivas casas, por lo que acelere el paso para llegar a mi destino.
Unos extraños ruidos llamaron mi atención, al acercarme más a la fuente de ellos, vi a un intruso que parecía un mortifago. Mi corazón se acelera, al saber lo peligrosos que eran, e intente no hacer el menor ruido.
"Será mejor que vaya en busca de algún maestro y los alerte, yo sola nunca podría detenerlo." Opiné.
Cuando me disponía a hacerlo, de forma discreta, se apareció ante mí al haberse transportado en una estela de humo.
¿No deberías de estar ya recluida en tu casa?, preciosa —pregunto al coger algunos de mis cabellos negros con sus dedos.
Hacia allí me disponía a ir ahora mismo, señor. Sí, me lo permite, me dirigiré a ellos —respondí manteniendo la calma.
¡Me aseguraré de que entras!, te acompañaré a ella —se apresura a replicar.
"¡Maldita sea! ¿Y ahora qué hago? No puedo llevarlo hasta la casa de Tulerra, sería ponerlos en peligro." Reflexiono, sin demostrar el temor que me consumía por dentro.
Resignada, empecé a andar sin rumbo fijo, esperando tropezar con algún maestro haciendo la ronda y pedirle ayuda. Pero los pasillos de la escuela estaban desiertos, y al mirarlo de reojo lo veía impacientarse.
Al cabo de unos minutos se detuvo y me apunta con su varita.
Ya basta niña, creo que ambos sabemos que no soy un vigilante nocturno. ¿No es así? —dice con voz siniestra— Tírala y llévame a tu casa sin demora, no esperes ayuda, de unos maestros que se han visto afectados por un somnífero que añadieron a su comida —me informa sonriendo.
Me giro hacia él, con mi varita bajada, en señal de obediencia y dispuesta a dejarla caer.
¡Así niña!, ahora suéltala y terminemos con lo que vine a hacer. Llevarme a algunos de vosotros secuestrados, ¡que devolveré por una suculenta rescate!
¡No lo permitiré! Soy Olga Romero Gómez, y eso no lo consentiré —digo al armarme de valor y hacerle frente al apuntarle yo también.
¡Expelliarmus!
Perdí mi arma sin poder evitarlo, y el hombre se me acerco complacido.
Creo que en tu caso en particular, habrá otros interesados en adquirirte. ¡Si resultas ser quien dices ser!
Algo dentro de mi despierta en ese momento, al acariciar mi barbilla, disfrutando al considerarme suya.
¡Ni lo sueñes, desgraciado! —exclamo enojada.
Un aura luminosa me envuelve y se retira asustado, con intención de huir, al convertirse en humo negro. Sin saber como, lo imite y alcance.
somnum —le lanzo sin necesidad de mi vara mágica.
Cae inconsciente al instante y ambos volvimos a ser corpóreos.
Varios profesores, que se despertaron poco después, nos encontraron y se llevaron al intruso para entregarlo a las autoridades. Mis progenitores me visitaron ese fin de semana, en la fiesta que se organizó en mi honor, la sonrisa de mi padre ya decía lo orgulloso que estaba de mí.
*****
Los alumnos miraron al profesor, tras leer el texto.
¿Qué se supone que debemos aprender? —Pregunto una niña— ¡No todos podemos ser como esa familia de magos! —concluyo.
Una lección muy sencilla, ¡que no os pongáis límites! Esos empezaron igual que vosotros. Y ahora, empecemos con el primer hechizo que aprenderéis.
Todos asintieron, y comenzaron a practicar magia con algo más de entusiasmo algunos, que en un principio hubieran hecho.
FIN
Muchas gracias por participar, Arturo. Que tengas mucha suerte.
ResponderEliminarGracias
EliminarQué buena historia, Arturo. Me ha gustado el personaje de Olga. Nunca sabemos de lo que somos capaces hasta que nos vemos en la necesidad de salir de nuestra zona de confort e ingeniárnoslas para intentar soluciones nunca antes hemos explorado.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Un abrazo.
Gracias, me alegro que te gustara.
Eliminar¡Muy bueno y con la presencia expresa del Cosmos de H. P.! Me encanta la palabra "Tulerra", parece incluso algo anagramático. Texto que se disfruta y paladea.
ResponderEliminarOlga tiene ante sí un Universo Hábil y Enigmático. Vítores por Ella.
J u a n 🕴
Gracias, la palabra la conseguí, gracias a una web que ofrece similares, para casi todo lo que necesites.
EliminarComo te gusta la fantasía Arturo! No te has podido resistir a este reto! Je, je! Mantienes la intriga hasta el final, con la joven aprendíz de maga y el misterioso ente que la acecha! Olga ya demostraba desde muy joven tener dotes y cualidades de sobra para la magia! Un abrazote y suerte!
ResponderEliminarGracias, está en la línea de mis historias en varios tiempos. Narrador, personaje en primera persona, y retorno al narrador para finalizar.
EliminarMuy buena moraleja, Arturo. Nunca hay que ponerse límites ni prejuzgar nada. Estupendo tu cuento. Mucha suerte.
ResponderEliminarGracias, tampoco es un universo, que me agrade en exceso para hacer un fanficción. Así que recurrí a algo sencillo y práctico de narrar.
EliminarMuy buen historia Arturo, me gustó mucho eso de no ponerse límites, si uno se tiene fe todo lo puede, me gustó mucho, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Gracias, recurrí a una trama sencilla en realidad. No es, precisamente, un tema que me inspirase mucho.
EliminarSi te pones límites nunca se puede experimentar. Suerte en el tintero. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, es una típica escena de uno de los films. Aunque en versión escrita.
EliminarMe gusta lo de no ponerse límites de antemano.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, me alegra que te gustara.
EliminarY es una buena lección... Precisamente la magia consiste en rebasar los límites de la realidad. Mucha suerte!
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, lo mismo te deseo.
EliminarEstá claro que un buen maestro no solo es el que enseña sino el que sabe motivar al aprendizaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Más bien motiva la autora de la biografía, el maestro se limita a indicarla.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarLos seres humanos sin excepción tienen en su interior un mago y un héroe pero hay que despertarlo y echarlo a andar sin temores e inseguridades. Muy bien plasmadas las emociones de tu personaje, Olga.
Un saludo
Gracias, tampoco es que supiera muy bien como hacerla.
EliminarHola, Arturo. Genial puesta en escena con el universo de Harry de fondo, e incluso con moraleja incluída. El miedo no nos deja ver hasta dónde podemos llegar. Me encantó ese final.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha suerte
Gracias, el mortifago despertó lo que no esperaba...
EliminarHola.. Con magia o sin ella, el principal muro que contiene nuestras capacidades lo construimos nosotros mismos. Solo cuando olvidamos que existe, ya sea obligados por las circunstancias o por autoconvencimiento, nos permitimos alcanzar todo nuestro potencial... Excelente relato.
ResponderEliminarGracias, aunque me limite a hacer algo cómodo para mí.
ResponderEliminarHola, Arturo, interesante propuesta de magia y fantasía con la dificultad de estar contada en distrintos tiempos con diferentes narradores. Me ha gustado mucho lo de no ponerse límites.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte en el concurso.
Gracias, ese estilo de varios tiempos lo empleo en ocasiones. Da un buen juego en los relatos.
EliminarMuy centrado en lo que (también) se nos pedía. Gracias, mucha suerte.
ResponderEliminarGracias, la verdad es que hice lo primero que se me ocurrió. Pese a que he visto los films varias veces, dista mucho del entorno en él me gusta escribir.
EliminarFantástico tu relato, Arturo!! Qué mejor forma de motivar a los alumnos que con una historia real de superación. Olga tiene un gran poder, pero no es hasta que se encuentra en una situación límite cuando consigue llegar a él. Creo que Olga podría haber haber accedido a su poder mucho antes si hubiese confiado más en sí misma. ¿Y cuántas veces nos sucede lo mismo en la vida real? Enhorabuena y mucha suerte en el Tintero. Un abrazo!!
ResponderEliminarGracias, por tus palabras. A veces no es cuestión sólo de confianza. No se activó su poder, hasta que no le fue realmente preciso.
EliminarTu relato es un mensaje de esperanza para aquellas personas que se preocupan y piensan que no van a llegar a ningún lugar. Al iniciarse la historia Olga no parece conseguir destacar en nada e incluso los alumnos se burlan de ella, pero cuando tiene la oportunidad aprovecha para demostrar que estaba destinada a grandes cosas. Muchas gracias por plasmar en este relato una idea tan inspiradora. ¡Un saludo y mucha suerte en el concurso!
ResponderEliminarGracias, aunque no creo que mi humilde relato logre tanto. De hecho, fue lo más sencillo y práctico que se me ocurrió, ya que no me sentía cómodo de sumergirme demasiado en la historia de esa saga.
EliminarHola Arturo enhorabuena por el relato y eso de no ponerse limites seguro que la llevara lejos a tu protagonista. Un saludo.
ResponderEliminarMás bien la llevo, escribió en su biografía ese suceso, que cedió a ese libro de texto.
Eliminar¡Hola Arturo! Una historia intrigante con moraleja incluida. Olga, creyendo que no poseía tantas cualidades como su familia, logró superar sus propios limites y ahora inspira a generaciones de futuros magos.
ResponderEliminarUn saludo y mucha suerte en el concurso.
Gracias por tu crítica, tan solo necesitaba el empujón adecuado para hacerlas aflorar. Ya las tenía en su interior.
EliminarHola Arturo. A través de la vida de la bruja Olga, los alumnos aprenden la primera lección que un mago debe aprender, no tener miedo a superar sus propias limitaciones. Lección para la magia, y para la vida en general. Un saludo.
ResponderEliminarGracias, cada uno debe enfrentar una situación similar a la descrita, para superar esas barreras.
EliminarHola, Arturo. Me gusta que la historia sea algo que está en un libro autobiográfico y que los alumnos aprendan de ahí, con ejemplos verdaderos.
ResponderEliminarGracias, la verdad es que no me encontraba muy cómodo en ese entrono para escribir. Así que opte por algo sencillo y fácil de manejar.
EliminarHola Arturo.
ResponderEliminarEs cierto, nunca sabemos de lo que somos capaces, hasta que nos vemos en la necesidad de intentar soluciones que antes no habíamos explorado.
Un abrazo. Marlen.