VADERETO SEPTIEMBRE(RELATO)

 Hola, esta es mi participación en el VADERETO del mes de septiembre en unión al "EL TINTERO DE ORO", en su modalidad de relato. Espero que os agrade, el resto de relatos AQUÍ.

Imagen de Gordon Johnson en Pixabay

RELIQUIAS DEL PASADO

Calasta era una mujer de unos treinta años bastante atractiva, con una buena figura y una cara bien proporcionada. Era una aspirante a escritora en el planeta Tronion, estaba con una obra que prometía ser un gran éxito si lograba terminarla, se encontraba en un periodo de sequía y las musas se negaban a ayudarle para continuar escribiendo, lo cual la exasperaba sobremanera... Le corroía la impaciencia para verla terminada y averiguar si podía esperar lo que se pensaba de ella.

Su medio de ganarse la vida era a base de la compra/venta, adquiere grandes lotes de artículos que clasifica y valora, para luego colocar en el mercado a coleccionistas directamente o a través de subastas en caso de las especiales. No era mal modo de ganarse la vida de por sí, pero cada vez le costaba más dar con lotes interesantes y su margen de beneficio en un principio alto; fue decayendo al entrar otros en ese negocio y encarecer el coste de adquisición de los mismos.

Esa mañana se dirigió al espaciopuerto, en donde una nave de transporte interplanetaria traía su mercancía, una variedad de artículos que le había salido bien de precio y que intuyo que podría contener material valioso de coleccionista. Llegó a la zona de descarga con su vehículo pesado y mostró el albarán al responsable en su dispositivo de comunicación.

  • Ya debería de estar descargado, señorita Calasta –comentó al mirar la terminal– Lo encontrará en la zona H-6 –informa al mirarla de nuevo.

  • Gracias, voy a por él –respondió al pasar por la barrera láser que se desvanecía.

En efecto lo halló en donde le indico y enganchó el contenedor a su deslizador antigravitatorio, la alargada pieza metálica de cinco metros, también incorporaba sus propios generadores para repeler la gravedad. Al llegar de nuevo al puesto de control, el operario verificó que se llevaba el suyo y volvió a desactivar la barrera para que siguiera su camino.



Llegó a su vivienda en las afueras de la ciudad al poco rato e introdujo el vehículo junto al contenedor en el almacén contiguo que empleaba para almacenar sus adquisiciones.

  • Bueno, ahora a ver que he comprado... –exclamó animada y esperanzada de encontrar artículos de valor.

Como esperaba, casi todo eran restos de otros lotes que igual podría vender por unos pocos créditos y en efecto, había piezas que sí no eran muy raras... Ya empezaban a compensar lo que pagó por todo. Una pequeña caja metálica cerrada con una combinación de seis cifras, llamó su atención y con un decodificador casero que le habían fabricado para esas ocasiones, logró abrirla.

  • ¡Qué curioso objeto!, un viejo tintero de oro. ¿Cómo pueden haber incluido algo tan peculiar y raro? –se preguntó al examinarlo– Por esto es probable que algún coleccionista me dé una buena suma de créditos –continuó diciendo con una sonrisa en el rostro.

Al examinar mejor el tintero en concreto, pudo ver que tenía algo escrito:

«pídeme un deseo y lo verás por escrito», pero hay una letra pequeña…

La mujer pensó al instante en la novela que se le complicaba y al no tener nada que perder, lo volvió a meter todo en el pequeño estuche metálico para llevarlo a casa. Siguió examinando hasta la hora de la comida, hora en la que recogió el misterioso tintero de oro y salió del almacén.



Tras comer, llevó el estuche a donde solía trabajar en su obra y cogió algunos folios de papel, dispuesta a comprobar si ese extraño objeto podría ayudarla a continuar en donde la dejó hace una semana. Se releyó lo último que había en el ordenador, antes de abrir la caja y preparar el recipiente de esa extraña tinta y la pluma para continuarla, para su sorpresa, la inspiración comenzó a venirle a raudales y con una facilidad pasmosa... Fue rellenando las hojas casi sin darse cuenta, las palabras le venían a la mente como por arte de magia y no daba crédito a que hubiese podido escribir diez de un tirón hasta que la oscuridad del exterior le hizo darse cuenta de la hora que era y se detuvo.

  • Ignoro si es fruto de la casualidad o en verdad eres algún tipo de objeto encantado que lo ha hecho posible. Pero sea lo que sea... Es un material más que bueno, el que he podido escribir en estas horas que me has comunicado con las musas, para romper el bloqueo que tenía atrapado en ese punto –confesó sorprendida.

Dejó la pluma en el tintero que no llegaba a entender por qué no se vaciaba y seguía con el mismo líquido que al principio, para ir a hacer la cena.



Antes de acostarse, dio fin a otros quince folios de papel, era como si alguien le dictara lo que debía de plasmar con la pluma en la mano y ella solo transcribirlo sin pensarlo siquiera.

  • Prácticamente, ya la termino, quedan unos cuantos capítulos del desenlace para mañana y la corrección posterior tras escanear estas hojas e incorporarlas al manuscrito en el ordenador –se dijo satisfecha al tener las hojas en sus manos y ojearlas.

El recipiente de la tinta no se gastaba y ya no podía pasar por alto ese detalle, pero le era indiferente como pasara eso, tenía en sus manos lo que le había sido esquivo por días. Dejó la pluma en el tintero y se preparó para irse a dormir, dispuesta a terminar el desenlace al día siguiente.



Por la mañana al despertarse, se apresuró a levantarse y prepararse para continuar la novela en donde se quedó ayer. No se percató de inmediato del cambio en el exterior, el cielo no era de la misma tonalidad azul que de costumbre; estaba cubierto de una espesa capa de nubes que al observarlas mejor, se percató que tenían una extraña similitud con los últimos acontecimientos que escribió, en los que la atmósfera se cubría con las diversas erupciones volcánicas con un manto similar. Además de que por alguna extraña razón, parecía haber quedado incomunicada del resto del planeta al no poder comunicarse con nadie a través de las redes sociales.

Intrigada, optó por dejar por el momento el continuar con su manuscrito y fue al almacén en donde desengancho el deslizador antigravitatorio del contenedor para investigar lo que estaba sucediendo. Al llegar a la ciudad, observó que no había nadie en ella, parecía una ciudad desierta... En la que alguien hizo desaparecer a todos sus habitantes de un día para otro.

  • ¿Y si esto es obra de ese tintero de oro? –se planteó al detener el vehículo en una esquina– Esa coletilla "pero hay una letra pequeña…", puede que sea la causante de lo que ocurre –razonó en voz alta sin llegar a creerlo del todo.

Decidida a comprobar esa loca teoría, regresó a casa rápidamente y se acomodó en su mesa de escritura. De nuevo al coger la pluma dorada, es como si conectara directamente con las antiguas musas griegas, las palabras llegaban a su mente y solo tenía que escribirlas... Conforme avanzaba e iba llenando las hojas, el cielo empeoraba e incluso noto los temblores de tierra que le obligaron a soltar la maldita pluma al acabar de escribir que uno afectaba a su parte del planeta. Asustada se incorporó, al tener que admitir que en efecto, todo era causado por ese objeto endemoniado que le estaba terminando su ansiada obra. No dispuesta a renunciar en principio a lo que ya había conseguido con ella, procedió a destruir el tintero de oro en el incinerador de basuras, este quedó reducido a la nada al aumentar al máximo la temperatura del aparato... Pero el cielo y las comunicaciones seguían igual, por lo que en un intento de salvar la genial continuación de su novela, la escaneo y guardó antes de deshacerse también de los folios de papel.

  • Que se solucione de esta forma, ¡no me hagas tener que borrar los registros en el ordenador! –suplico a quien fuera que pudiera ayudarla.

Nada cambió al esperar un tiempo prudencial y al final las tuvo que eliminar del disco de su computadora, tan solo entonces se empezó a disipar el cielo y su dispositivo de comunicación volvió a recibir la señal de la red. Desanimada se reclinó en la silla, estaba en el mismo punto de ayer y no sabía si sería capaz de recordar todo lo que ese maldito objeto le inspiró para llegar casi a finalizarla.

FIN


Comentarios

  1. Ánxela Sanmartín Eirín4 de septiembre de 2023, 13:12

    Muy bueno.

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    1. Gracias, en esta ocasión sí que es algo más trabajado.

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  2. Hola Arturo, el tintero no acabó con su vida, pero sí con su obra, primero se la dictó y después se la quitó, un arma de doble filo esto de los deseos.
    Un abrazo. :)

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    1. El pobre estaba desesperado y lo presionaban para entregar la obra de teatro, tampoco es que tuviera muchas salidas más que arriesgarse.

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  3. ¡Ay! Al final los atajos no sirven. Vuelta a empezar... Muy buena esta segunda historia, Arturo.

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    1. Gracias, esta sí que está más elaborada y es verdad... Saboreo el fin de su obra, para después, perderlo por querer emplear algo sin pensar en esa letra pequeña...

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  4. Una historia muy bien planteda, Arturo. En el oficio de escribir, no hay magia sin esfuerzo.
    Un saludo.

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    1. Exactamente, aunque algunos no lo sepan valorar adecuadamente... Un escrito conlleva una trama e historia a desarrollar que cuesta un esfuerzo de plasmar en palabras.
      Gracias por tu opinión.

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  5. El arte de escribir requiere tiempo, las musas hacen lo suyo pero también requiere de trabajo y esfuerzo. Los deseos a veces son tramposos y esconden la letra pequeña. Estupendo relato más extenso y elaborado. Saludos, Arturo.

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    1. Gracias, intento hacerlos más o menos de calidad, al interesarme para un uso en el futuro.

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  6. Calasta descubrió que el tintero era quien decidía cuando terminar. Primero pone en su mente las palabras que debía escribir, luego se las quita y al final se da cuenta de que el tintero está maldito. Una historia en una era avanzada, estupenda. Te aplaudo. Un abrazo

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    1. En realidad el tintero tan solo reforzaba su capacidad de escritura, la novela estaba ya empezada y seguía la trama que ella fijaba; la trampa estaba en que la dejaba atrapada en una realidad alterna con esa misma situación.
      Me alegra que te haya gustado, cambie la parte final al último momento, mi otra idea se extendía algo más y en realidad creo que ese final le ha ido mejor.

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  7. Totalmente Arturo, muy buena imaginación. Te aplaudo. Un abrazo

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  8. Hola Arturo.
    Y se cumple la ley universal. En la creación de un texto, como en la vida, nada se logra sin esfuerzo. O por lo menos, nada de lo que anhelamos.
    ¡Buen relato! Un abrazo.
    P.D. Un pequeño detalle. Casi al final del relato le has cambiado de género a la pobre Calasta. En el párrafo "Decidida a comprobar esa loca teoría..."

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    1. En esta vida por desgracia todo cuesta de conseguir, lo sencillo suele ser un mal camino que no conduce a nada por regla general. Gracias por tu valoración de la obra.
      Gracias por el aviso, se me paso y le cambié el sexo a la pobre Calasta... Eliminado ese pronombre al ser innecesario y haber otro igual poco después. Los paso por correctores automáticos antes, pero algunos fallos siempre quedan. Igual esta obra junto a otras de CF, me las publica mi asociación cultural, ya anunciaré al respecto por este mismo blog si eso sucede.

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  9. Creí que sería una versión larga del micro. En el micro opino que sobra el último párrafo. Queda muy poco espacio para dar una justificación adecuada. Cada uno tiene el poder que tiene y se sabe quien es el autor de cada acción por el poder que requiere. Es sólo una opinión.

    Este es el primero que introduce la posibilidad de ida y vuelta. Hemos de celebrar que se le ocurriera echar marcha atrás, que no es una cosa tan clara. uno suele asumir las realidades como unidireccionales.
    Las repercusiones climáticas son un poco injustas porque pagamos justos por pecadores, pero las deudas se pagan. Aplausos pa Calasta.
    Y para ti.
    AbrZooo

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    1. Me alegro de que te gustara, este me esforcé bastante en que me saliera algo de calidad.
      El corto lo he examinado y tampoco es que pueda prescindir de ese último párrafo, aunque el haberlo revisado me hizo dar cuenta de un error que he reparado.
      Los largos los suelo hacer de CF, puede que me publiquen una recopilación a principios del año que viene y en ese género me centro si me es posible. En realidad nadie más sufrió por el uso del tintero, se hallaba a solas en esa realidad paralela y volvió a la suya al destruirlo junto con la obra que escribió con él.

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  10. Hola, Arturo.
    Me encantó que situaras la historia en un entorno de Ciencia Ficción. Le da al relato otra atmosfera distinta a lo leído.
    Aquí la maldición no es tan drástica o ineludible, pero le sirve al protagonista como escarmiento y aviso por la impostura.
    Creo que la idea de que lo que estás escribiendo, o leyendo, se pueda plasmar en la realidad se nos ha pasado por la cabeza a muchos locos que nos embebemos en la historia, sobre todo, cuando son historias oscuras, terroríficas o bien dramáticas.
    Un relato muy trabajado, bien narrado y que nos deja un final esperanzador. ¿Será capaz el protagonista de aprender la lección y crear a partir de sus propias ideas? ¿Temerá que vuelva a pasar lo mismo y preferirá escribir historias blancas y positivas? ¿Abandonará ese sueño literario? Continuará en nuestras mentes imaginativas.
    Felicidades y muchas gracias por el regalo para el reto.
    Un Abrazo.

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    1. Gracias por tu crítica, suelo tender hacia ese género al haber posibilidad de que me salgan publicadas varias en un volumen por mi asociación cultural y que además es en el que me encuentro más cómodo.

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  11. ¡Hola Arturo! No le han servido de nada todos los intentos por salvar su obra. Al final ha tenido que eliminarla de igual modo.
    Y menos mal que ha preferido salvar al mundo por encima de conservar lo que estaba escribiendo. Sino las consecuencias si habrían sido fatales.
    Me gusta mucho que hayas creado toda esta atmósfera de ciencia ficción alrededor del texto, ya que es uno de los géneros que más me gustan.
    Un saludo.

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    1. Gracias por tu valoración, en realidad sé salvo a ella misma tan solo en esa realidad alternativa a la que la envió el tintero. Estaba allí más sola que la una, así que únicamente hubiera fallecido ella.

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  12. Interesante. Resultó ser un dispositivo de devastación, que revertía sus efectos si quien lo usara renunciara a sus beneficios.
    Calasta no dudó en hacerlo. No le servía de nada haber escrito una gran obra, si se quedaba sola, sin nadie que leyera esa gran obra.
    Saludos.

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    1. Gracias por tu crítica, en verdad daba algo envenenado el tintero... Una obra maestra a costa de aislar al autor en ese mundo que había creado en su imaginación.

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  13. Hola Arturo que bien lo cuentas, el escribir y que la imaginación estén del mismo lado hizo que las cosas fueran favorables para tu protagonista.
    Una historia agradable de leer y entretenida con ese toque de fantasía que la hace diferente
    Un abrazo
    Puri

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    1. Muy agradecido por tu crítica, intenté ponerle todo el realismo que me fue posible al partir de la base de un objeto que difícilmente podía aportarla.

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    2. Hola Arturo, menudo relato. Una novela que estuvo a punto de acabar con su planeta. Muy bien escrito.

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    3. Gracias, fue un trabajo laborioso en verdad el darle algo de coherencia.

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