LA VIEJA PROFECIA(PRIMER CAPITULO DE MI NUEVA OBRA)
Este capítulo supone el inicio de un proyecto al que empecé a dar vueltas hace algún tiempo, y que empieza su andadura con esta primera piedra que presenta al personaje principal a la vez que lo encarrila hacia lo que le pueda deparar el futuro.
Espero que lo disfrutéis y como suelo hacer por sistema, compartiré en Booknet.com la parte de la presentación cuando la tenga terminada. Por ahora, espero que este pequeño avance os llame la atención. Me disculpo por la calidad de la imagen del mapa de Mystidia, es un simple boceto realizado por mí y abierto aún a cambios en función de como se desarrolle la narrativa.
CAPÍTULO 1
La tierra de Mystidia llevaba tiempo ya sumida en una eterna oscuridad, tan solo las piedras candelas proporcionaban la luz que protegía los enclaves de las diferentes razas de los peligrosos monstruos que en ella se encontraban. Tanto humanos, ogros, elfos y enanos contaban con un mago rojo o de fuego que eran los encargados de cargar esos orbes protectores ubicados en la frontera con la oscura y amenazante frontera que delimita la zona segura. Los orcos en su mayoría viven en las tenebrosas cavernas, aunque se rumoreaba que contaban con una aldea llamada Grozdor, oculta en la vasta extensión de los bosques anegados en perpetuas sombras que cubrían todo el continente.
La comunicación entre los diferentes pueblos era algo inusual al suponer un enorme riesgo el aventurarse en la oscuridad, tan solo los "exploradores de las tierras oscuras" lo hacían o en muy contadas ocasiones... Arribaban mensajeros o diplomáticos protegidos por un fuerte contingente de soldados, hecho que era tomado como una festividad no oficial por muchos. Suponía la oportunidad de recibir noticias del exterior.
Grogan era uno de esos "exploradores de las tierras oscuras" y residía en Vidimus, se trataba de un aguerrido y fornido hombre curtido en el combate contra innumerables monstruos en las inseguras arboledas exteriores que vestía con el típico atuendo negro de cuero. Su aspecto reflejaba una edad de no más treinta años de piel blanca, ojos y cabello negro que lucia un cuidado bigote y barba. Su expresión por lo general denotaba una gran seguridad en sí mismo y no es que le faltara compañía femenina si le apetecía buscarla o incluso se le ofrecían gustosas algunas veces. Se hallaba en la taberna, tomando una cerveza a solas en una mesa, mientras observaba a su alrededor a sus conciudadanos. Con los de su mismo sexo, no se relacionaba con exceso por el temor que instigaba su mera presencia; cosa que le agradaba al no sentirse muy cómodo con gran parte de ellos.
Una campana empezó a escucharse en el exterior y todo el mundo se puso en pie de inmediato, se les reclamaba para defender el perímetro de una amenaza que supera a la guardia fronteriza. Agarró con presteza su espada y fue el primero en dejar el local, mientras el resto aún digería lo que sucedía entre temerosas conversaciones por lo que les pedía auxiliar.
Al llegar a su destino, no tardó en percatarse del motivo de la petición de ayuda. Varias docenas de guerreros del ejército oscuro se enfrentaron a los soldados que lo custodiaban. No tardó en reconocer a uno y se apresuró a echarle una mano. Se trataba de un hombre de unos cincuenta años, de aspecto rudo y endurecido por su vida militar.
No le da vergüenza a todo un capitán de la guardia, ¿el verse en apuros por tan poca cosa? –preguntó al interponer su espada entre él y su contrincante.
Los soldados del ejército oscuro, eran similares a la raza de los ogros. Aunque irracionales y de una limitada inteligencia. De piel verde y con una escasa armadura que consiste más en algo para intimidar que para protegerlos, se trataba de simples tiras de pellejo adornadas con huesos complementadas con unas botas del mismo material con un par de afilados colmillos de hueso en la punta. Por la contra, los defensores cotas de malla bajo una resistente pieza de cuero endurecido idéntico al suyo.
¡En lugar de fanfarronear a costa de nuestras dificultades!, ¿qué tal si te unes a nosotros? –le recrimino el hombre.
Pensaba que eso estaba haciendo, Fragan –interpelo sonriendo, mientras se deshacía del corpulento enemigo con suma facilidad y seccionaba su cabeza– Seguiremos la misma estrategia que de costumbre, yo los atraigo y vosotros os encargáis de ellos por la retaguardia –indico ya con expresión seria al soldado.
Dejad a esos blandengues y venir a por mí, sé que os gustan los contrincantes que os lo pone difícil –gritó a los invasores.
Obtuvo lo que pretendía y logró su atención al ir todos hacia él, pese a verse ampliamente superado en número estaba acostumbrado a ese tipo de enemigo y no le costaba evitar sus predecibles movimientos, para contraatacar con una certera estocada de su espada que terminaba con la vida del soldado del ejército oscuro. No tardaron en comprender que cayeron en una trampa, al verse incapaces de imponerse ni ante el explorador o los guardias que los acosaban por la retaguardia. Fueron cayendo uno tras otro hasta quedar el último, que pereció atravesado por las armas de todos a la vez.
No sabes lo bien que nos iría alguien con tu habilidad en el puesto fronterizo, ¿no puedo convencerte para que aceptes unirte a nosotros? –ofreció por centésima vez el capitán al quedar como siempre atónito ante su forma de luchar.
Grogan no respondió al momento, antes limpió su espada y la envainó en su funda.
Soy un explorador de las tierras oscuras, Fragan –sentenció como otras tantas veces– Me sentiría atrapado en un empleo como este a diario, necesito la libertad de vagar en libertad por los bosques del exterior –terminó concluyendo.
Atravesaron la frontera varios soldados enemigos que les hizo ponerse en guardia, aunque les siguieron otros elfos que los combatían y que tras dar fin de los mismos. Guardaron sus armas sin hacer caso a los humanos.
Lamento el inconveniente que os haya causado mi comitiva, tropezamos con ese grupo que no pudimos esquivar y nos vimos obligados a combatirlos –informó el encargado de la misma, que blandía su arma aún ensangrentada al penetrar en la luz.
Grogan no tardó en reconocer a Volodar Adcan, su amigo diplomático de la aldea élfica de Imathaes. La única en esta vera del lago del olvido, junto a las tres humanas. Justo cuando se disponía a saludarlo, los interrumpió a todos la llegada tardía del resto de aldeanos armados algunos con simples herramientas de trabajo. El elfo, al igual que todos los suyos, poseía una belleza natural que no apagaba el transcurrir del tiempo. Al ser seres inmortales y no poder morir de viejos o por enfermedad, tan solo a causa de las heridas en el combate.
- La amenaza ha sido neutralizada, regresen a sus quehaceres habituales. Pueden dar las gracias a Grogan que nos ha sido de gran ayuda –notificó Fragan al frente de sus tropas, haciendo de barrera entre los recién llegados que al instante llamaron su atención.
Mientras tanto más soldados elfos emergen de la oscuridad para unirse a los que lo hicieron de primeras, envainando sus armas al ver que había pasado el peligro.
¿A qué debo el honor de tan inesperada visita, amigo mío? –preguntó el explorador al saludarlo efusivamente.
Me temo que no será una visita de placer, Grogan –empezó exponiendo preocupado– Será mejor que nos conduzcan ante vuestro actual jefe, trataremos información que te incumbirá de forma directa y llego el momento de ponerte al corriente de la misma –avanzó al bajar la voz en esa segunda intervención.
Pese a no imaginarse a qué podía referirse, era consciente de que esa raza no era dada a las bromas y en cuanto se disolvieron los aldeanos al volver a sus rutinas diarias, llamó la atención de Fragan.
Necesitan una escolta para nosotros, por lo visto vienen a tratar un asunto de vital importancia conmigo y el jefe Lanig –le comunicó.
Entiendo, enseguida la organizó –replicó al instante.
Con seis guardias flanqueándolos atravesaron la aldea, con las miradas curiosas de sus habitantes clavadas en ellos. Aunque al explorador de las tierras oscuras, aún le inquietaba más lo que le fueran a revelar los elfos con respecto a él.
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Espero que os haya entretenido este inicio de la trama, a partir de ahora empezara a complicarse las aventuras del protagonista y los compañeros que se le unan en el futuro.
Excelente inicio.
ResponderEliminarGracias, como toda obra de este tipo, tendrá aventuras, combates, damiselas en peligro y elementos mágicos. Espero estar a la altura de lo que requiera para hacerla interesante, no deja de ser la primera de corte fantástico que escribiré de una extensión tan larga.
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